Antes de iniciar cualquier tipo de deporte, sea por ocio o competición, es aconsejable realizar una valoración cardiológica que permita, por un lado, descartar un problema cardiaco no conocido que pueda constituir un riesgo para la práctica de deporte y, por otro lado, permita conocer nuestra situación cardiovascular para soportar con seguridad la práctica de ejercicio físico. Esta valoración cardiológica incluye una historia clínica completa, un electrocardiograma y un ecocardiograma Doppler-color.