El Holter es un dispositivo electrónico de pequeño tamaño que registra y almacena el electrocardiograma del paciente durante al menos 24 horas de forma ambulatoria (en el domicilio, sin necesidad de llevarlo a cabo en el hospital). Se colocan varios electrodos en el pecho que están conectados a un pequeño grabador digital del tamaño de un móvil que el paciente lleva siempre consigo mientras que realiza una vida normal. Transcurrido el tiempo de registro de la actividad eléctrica del corazón (normalmente 24-48 horas), el dispositivo se conecta a un ordenador donde se descargan todos los datos recogidos, se procesan y se obtiene información muy útil sobre la frecuencia cardiaca y las posibles alteraciones del ritmo. Suele emplearse en pacientes con sospecha de arritmias cardiacas o para diagnosticar una isquemia (falta de riego sanguíneo) del músculo cardiaco.
Durante el tiempo que lleve el Holter el paciente deberá realizar su actividad cotidiana diaria sin ningún tipo de limitaciones. El paciente recibirá una hoja donde debe anotar las posibles incidencias o síntomas que note (palpitaciones, mareos, etc.) para poderlo correlacionar con las alteraciones en el registro.